María

El nacimiento de mi segunda hija, fue sin duda alguno como muchos dicen que” el segundo hijo se te cae”.
Había hecho hipnoparto ya con Marta para mi primer hijo y la verdad que estaba contentísima. Fue un parto maravilloso así que decidí volver a ponerme en manos de ella. En verdad esta vez no dimos tantas sesiones de hipnoparto sino que trabajamos un mix de todas las terapias que ella hace, tratando miedos, dudas, dolores….como ya sabía lo buena que es, me puse en sus manos sin dudar. Durante 6 o 7 sesiones no recuerdo muy bien trabajamos mi cuerpo, emociones, sentimientos para comenzar esta nueva aventura lo mas preparada posible.
Y dicho esto, como fué mi parto:
El día anterior estuve un poco revuelta y dormí un poco mal, tenía el presentimiento de que ya no quedaba mucho.
Ese día nos fuimos a desayunar y de camino a casa en el coche empece a revolverme un poco así que decidí ir a casa andando cuando quedaba poco trayecto y que mi marido e hijo aparcaran y me vinieran a buscar.
Cuando nos encontramos yo empezaba a sentir golpes y el sabio de mi marido pensó que serían contracciones y así era ( cualquiera diría que ya había tenido otro), calculamos y eran bastante seguidas aunque flojas eran cada 3 min mas o menos. Así que como el primero lo tuve muy rápido mi marido ya se puso nervioso para que fueramos al hospital. Parecía que el que estaba de parto era el. :).
Cuando llegamos eran las 14:00 y dude si parar a comer porque la comida del hospital no alimenta mucho la verdad pero las contracciones comenzaban a ser mas fuertes así que decidimos entrar.
Me llevaron a monitores y vieron que efectivamente ya estaba de parto y podía entrar en paritorio. Como yo quería la sala de la bañera ( mi anterior hijo nació en el agua) decidí esperar. La sala estaba ocupada pero la chica ya salía a su habitación, además no había usado la bañera así que solo tenían que limpiar la sala y ya podíamos entrar.
Pasaron casi 2 horas en las que cada vez iban aumentando la fuerza de las contracciones hasta que ¡por fin! entre en la sala con la bañera casi llena ( tarda muchísimo en llenarse).
me dí una ducha corriendo donde rompí aguas, faltaban 5 min para terminar de llenar la bañera, pregunte si podía pasar y se fue a preguntar la chica que estaba allí terminando de limpiar. Al segundo sentí la imperiosa necesidad de empujar y mi niña comenzó a enseñar su cabecita, mi marido comenzó a gritar ¡socorro! ¡que alguien nos ayude! ( porque estábamos solos) y la matrona llego casi para coger a mi niña al vuelo. Me pedían que no fuera tan rápido pero yo no hacía nada. Mi hija decidió que en tres empujones salía y ya esta. Además la tuve agarrada a la bañera , porque yo quería entrar. ( una vez que nació seguía queriendo entrar en la bañera porque había estado esperando por ella casi dos horas, y acababa de entrar en paritorio, son esas cosas que no piensas en el momento jejeje).
Así pues a las 16:10 mi princesa nació de ” secano” y preciosísima. Nos tumbamos y disfrutamos de este rápido proceso pero cargado de magia.

Os recomiendo a Marta sin ninguna duda se que gracias a ella pudimos disfrutar 100% de ese momento y de todos los momentos que hemos vivido y seguimos viviendo con nuestra maravillosa familia. ¡gracias por todo Marta! eres una gran terapeuta y sobre todo un sol de persona.

ENERGIA