May

Marta, Quiero darte las gracias de todo corazón por todo lo que me estás ayundando. No tengo palabras para poderte transmitir lo agradecida que te estoy por tanto cariño que me estás dando, por tú ayuda incondicional, por no tener reparo en estar conmigo más tiempo para ayudarme.

Pido a Dios que revierta en tí multiplicado por mil, tanto bien que me estás haciendo, siempre con una sonrisa, enseñándome con tú propio ejemplo.

Te admiro profundamente, es admirable como has superado tus adversidades, como has hecho de la ayuda a los demás tú profesión. Lo que haces es muy difícil, creo que todos acudimos a tí desanimados, sin fuerza, muchas veces sin ganas de seguir adelante y nos das el regalo más maravilloso que una persona pueda recibir: comprensión, ánimo, ayuda, y algo fundamental y muy valioso que es ilusión, fuerza y salud para seguir adelante.

Me emociona el pensar que sin conocerme de nada, me ayudaste sin dudarlo, aunque no lo creas me has dado la vida. Cuando volví a verte hace unos meses ya no tenía fuerzas, todo se hacía pedazos en mi vida.

Te debo muchísimo bonita, más de lo que puedas imaginar y no sé cómo poderte corresponder por éste regalo tan precioso que me das cuando acudo a verte.

Eres una mujer muy muy especial, única, maravillosa, digna de elogio y admiración y con tanta fuerza que creo que no necesitarás nada de mi en la vida. Pero si en algún momento puedo ayudarte en algo, lo que sea por favor te lo pido dímelo.

Siempre agradeceré al destino que haya puesto en mi vida a un ángel cómo tú.

Gracias desde lo más profundo de mi corazón.

ENERGIA