NHM

Aunque la parte física de mi terapia ha venido varios meses después de haber conocido a Marta, es lo más sencillo de explicar porque es más evidente. En varias ocasiones he tenido lumbalgias incapacitantes, y cansada de la respuesta de guión “calor, frío, anti inflamatorios, paracetamol y reposo”, esta última vez lo trabajamos con Marta, no solo el dolor desapareció casi por completo, pude caminar sin encorvarme y hacer vida normal en muy poco tiempo.Para mi es importante no tomar tanta medicación y esta terapia está en esa línea.
Cuando vine la primera vez a consulta con Marta no era consciente realmente de todo el camino por delante. A día de hoy no recuerdo siquiera lo que le conté en esas primera sesiones, mi vida no estaba del revés, no conocía la persona que estaba ahí sentada. A duras pena era capaz de articular palabra, ya no tenía nada que perder, me había perdido a mi misma. He de reconocer que el camino no ha sido fácil, emocionalmente ha sido un extenuarte pero gratificante, incontables han sido las veces que he dicho “ya está” algunas porque estaba cansada y otras porque realmente creía que ya había llegado al final del camino, pero hoy soy consciente de lo maravilloso que ha sido y es este aprendizaje. Emocionalmente me ha permitido descubrir, sanar, vivir, valorar, amar, entender, aceptar, esa persona maravillosa que soy. Y por eso estaré agradecida con el camino que un día me llevo a terapia.

ENERGIA